miércoles, 7 de noviembre de 2018

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Relato trágico de la muerte del niño sirio en playa de Turquía


https://www.telesurtv.net/news/Relato-tragico-de-la-muerte-del-nino-sirio-en-playa-de-Turquia-20150906-0138.html

    Abdullah Kurdi, padre de Aylan, denunció que el hecho de ser rechazados como refugiados de forma legal fue lo que provocó que emprendieran ese viaje clandestino.

    Abdullah Kurdi, padre de Aylan, denunció que el hecho de ser rechazados como refugiados de forma legal fue lo que provocó que emprendieran ese viaje clandestino. | Foto: EFE

    Publicado 6 septiembre 2015


    La familia Kurdi, conformada por el padre, la madre y dos niños, uno de 3 años y otro de 5, se embarcó el miércoles 2 de septiembre, junto a 22 personas, desde la península turca de Bodrum, con destino a la isla griega de Kos, sin embargo, poco después de zarpar, la embarcación se hundió.
    De los cuatro integrantes de esta familia ya desintegrada, sólo sobrevivió el padre, Abdullah Kurdi, quien desde hacía un tiempo atrás intentaba huir del conflicto en su país, y reunirse con sus familiares que viven en Canadá.
    "Mis hijos eran los niños más hermosos del mundo. ¿Hay alguien que no considere a sus hijos lo más preciado? Mis hijos eran increíbles. Me levantaban cada mañana para jugar", dijo en declaraciones a la prensa el padre de los dos menores fallecidos.

    Asimismo, narró a un periodista de la BBC que “el traficante (de personas) nos presentó a un tipo turco y nos montamos en el barco (…) Éramos 13, incluido el patrón del barco (…) a unos cuatro o cinco minutos de zarpar el patrón vio que las olas eran demasiado altas, saltó al agua y escapó".
    Kurdi aseguró que trató de dirigir el barco, pero otra ola grande lo volcó, “y fue entonces cuando pasó. Traté de agarrar a mis hijos y mi mujer, pero ya no había remedio".
    El relato de la familia
    Uno de los parientes de la familia, Teema Kurdi, quien vive en Canadá desde hace aproximadamente 20 años, relató que a las 05H00 hora local (10H00 GMT), recibió una llamada de la esposa de su hermano, Ghuson, quien le contó lo ocurrido.
    "Ghuson recibió una llamada de Abdullah y todo lo que le dijo fue que su esposa y sus dos hijos estaban muertos", dijo en entrevista exclusiva al diario canadiense Ottawa Citizen.
    Asimismo, explicó que Abdullah Kurdi “nadó de uno a otro. Encontró a uno y como parecía que estaba bien, fue a buscar al otro. Lo encontró ahogado... y cuando volvió junto al primero de los niños también lo encontró ahogado".

    Teema Kurdi, contó que la intención de los familiares que fallecieron en el mar era reunirse con ella en Canadá.
    "Estaba intentando patrocinarlos y mis amigos y vecinos me ayudaron con los depósitos del banco. Pero no conseguimos sacarlos (de Turquía) y fue por eso que se fueron en barco", explicó.
    De igual manera, indicó que había gestionado una aplicación para que sus familiares pudieran unirse a ella como refugiados en Canadá, pero las autoridades no la aceptaron. Esta versión fue confirmada por un diputado local, Fin Donnelly, quien aseguró que fue él quien personalmente envió la solicitud de asilo de Kurdi al ministro de Inmigración, Chris Alexander.
    De haber sido aceptada la solicitud, la familia Kurdi podría haber viajado directamente a Canadá, siempre y cuando hubiera demostrado que cinco ciudadanos canadienses podían patrocinarla, brindando apoyo financiero y emocional.
    Ofertas de asilo tardías
    Abdullah Kurdi señaló que las ofertas de asilo que pueda recibir en adelante, llegan demasiado tarde.
    "Si se me da ahora el mundo entero, ¿de qué me sirve?. Ya no tengo ni mujer ni hijos", dijo el ahora asechado por los medios al diario "Le Journal du Dimanche".
     
    Asimismo, denunció que el hecho de ser rechazados como refugiados de forma legal fue lo que provocó que emprendieran ese viaje clandestino.
    Según su relato, la familia había pagado cuatro mil euros a traficantes para que organizaran la travesía a Kos, en la que embarcaron en un bote desde la zona del balneario turco de Bodrum.

    En contexto
    La isla de Kos y Lesbos se han convertido en el punto de escala para llegar a Europa de miles de refugiados que huyen de los conflictos armados de sus países, los cuales son generados en gran medida por la intervención militar encabezada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte. 
    El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados aseguró el pasado mes que Grecia ha recibido a 160 mil personas entre refugiados y migrantes en lo que va de año.  Sirios, afganos y libios son los principales en huir de sus países, utilizando el mar Mediterráneo como vía para instalarse en Europa.
    Italia, España y Reino Unido son los principales destinos a los que buscan llegar los refugiados. 

    Un niño es el mundo entero La muerte de un niño huyendo de la guerra es una afrenta, un grito de la vida contra la muerte


    https://elpais.com/internacional/2015/09/02/actualidad/1441216415_550941.html

    Un niño es el mundo entero

    La muerte de un niño huyendo de la guerra es una afrenta, un grito de la vida contra la muerte

    Niño Siria, Aylan
    Un policía recoge el cadaver de un niño en una playa de Turquía. AP
    La muerte de un niño es una afrenta, un grito de la vida contra la muerte. Un niño muerto en la playa, en el lugar en el que se produce ese idilio del mar con la tierra y que ahí no desprende felicidad sino el terrible sonido de una noticia que llueve como el llanto en el corazón. Un niño muerto en la playa, buscando refugio en el mundo, huyendo de la guerra, escapando del cruel sonido de las armas y también del hambre.
    Esta imagen del niño sirio muerto en una playa turca, la desolación que desprende el gesto del guardia que fue a salvarlo, la luz, la playa, esa orilla que parece un símbolo del propio paso descalzo del muchacho por un mundo que ya no lo va a recibir nunca, ni a él ni a tantos. Es un poema desgarrador, un réquiemcomo aquel que entonaba José Hierro: es un niño como millones de niños, un ser humano que ya ríe y pregunta y persigue sombras como si fueran juguetes.
    El hachazo cruel de la época lo convierte en el retrato con el que la conciencia del mundo ha de convivir como la expresión de esa afrenta. El guardia hizo el gesto desesperado; pero antes del guardia fue el mundo el que no lo supo salvar; el guardia fue el héroe de los ojos tristes, hizo todo lo que pudo. No lo supo salvar el mundo. Su único destino, el de sus padres, el de sus pasos, era sobrevivir; su horizonte no era ni siquiera vivir, tener oficio, amores y despedidas: su destino, ese que yace ahora sin vida en el mundo, era el de dibujar en la arena la casa, el barco, y ya no hay ni casa ni barco ni nada. No hay nada. El mundo se lo ha quitado todo: ni este ni aquel, ni este país ni este otro: el responsable de esa terrible expresión de este tiempo es el mundo entero, porque el niño también es el mundo entero.Sus manos son los dibujos que deja, su cuerpo de tres o cuatro años es lo que queda del árbol que él hubiera imaginado que era la vida, y antes de tiempo supo que el mundo no sabe salvar a los niños porque también desconoce cómo salvarse. Ahí yace, en esa playa, el mundo entero.

    Ayotzinapa, El paso de la Tortuga